El Sumario – Cuando se aprobó la Constitución cubana en 1976, el mundo vivía en plena guerra fría dividida en dos grandes bloques políticos. El mundo cambió y Cuba en los últimos años ha ido configurando un país diferente al que se reflejó inicialmente en el texto constitucional, que en cambio en la letra se ha mantenido hasta ahora inamovible.
Para poner al día la Carta Magna, este sábado el Parlamento se reunirá para comenzar los trabajos de reforma de esta Constitución que tan solo ha sido sometida a modificaciones parciales en 1992 y 2002. De todas maneras no se avizoran grandes cambios políticos, como un alejamiento del sistema socialista o el reconocimiento del pluripartidismo.
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La limitación de los mandatos de presidente y vicepresidente a dos períodos de cinco años, la restricción de edad para ejercer algunos cargos o profesionalizar el trabajo del Parlamento cubano son algunas modificaciones que han sido anunciadas por Raúl Castro en sus discursos cuando era mandatario.
En declaraciones a dpa, el presidente del Tribunal Supremo Popular de Cuba Rubén Remigio Ferro explicó: «La Constitución data de un momento del país que ha sido rebasado por la evolución de los acontecimientos y de la historia».
La necesidad de reformar la Constitución vigente fue anunciada en 2011 por el entonces presidente Raúl Castro (2008-2018) y reiterada durante su mandato, pero llevar adelante los cambios se fue posponiendo sin una fecha concreta.
Las reformas económicas emprendidas durante la presidencia de Raúl Castro significaron una tímida apertura a pequeños empresarios, especialmente en el sector servicios.
La autorización a los trabajadores autónomos de poder contratar «fuerza de trabajo» conllevó en la práctica a la existencia de esas pequeñas empresas privadas, pero que funcionan sin el amparo constitucional que les otorgue la debida personalidad jurídica.
Gracias a la conocida como «Ley de Nietos», que otorgó ciudadanía a descendientes de españoles, más de 150 mil cubanos tienen la doble nacionalidad, algo que actualmente no reconoce la Constitución al no permitir tener dos ciudadanías, aunque en la práctica muchos cubanos la tienen.
Castro salió de la Presidencia el pasado 19 de abril, pero la reforma comienza ahora a tomar forma. Este sábado la Asamblea Nacional inicia tres días de reuniones en el que uno de sus puntos del día es aprobar la creación de una comisión «encargada de elaborar y presentar el proyecto de Constitución de la República’.
El presidente del Tribunal Supremo cubano aseguró que el nuevo texto «contendrá estipulaciones que la realidad cambiante de Cuba requiere».
Aunque no se tiene todavía un borrador de cómo será la nueva carta magna, Raúl Castro antes de dejar la Presidencia dejó como los grandes temas a debatir el reconocimiento de la pequeña propiedad privada y la limitación de mandatos presidenciales a dos ejercicios.
También se espera una reforma del funcionamiento de la Asamblea Nacional, un órgano legislativo compuesto por 605 diputados que se reúne dos veces al año en sesión plenaria, y que podría ver reducido su tamaño y profesionalizarse. Hasta ahora los diputados cubanos no reciben un salario por su actividad parlamentaria y se mantienen en sus trabajos habituales.
Estos serían los posibles temas previstos, mientras que algunos activistas ciudadanos buscan el momento de debates para conseguir el reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo.
El pasado mayo, la diputada Mariela Castro, hija del ex presidente Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), aseguró que aprovechará la reforma constitucional para hacer los cambios que reconozca el matrimonio entre personas del mismo sexo, dado que la actual Constitución lo define ahora como la unión entre un hombre y una mujer.
De todas maneras no se esperan grandes cambios políticos. El artículo cinco de la Carta Magna reconoce al Partido Comunista de Cuba como “la fuerza dirigente de la sociedad y del Estado”, y tanto Raúl Castro como su sucesor Miguel Díaz-Canel aseguraron que así se mantendrá.
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«Una constitución a la cubana», señala Rubén Remigio Ferro, quien considera que el nuevo texto «no va a copiar de ninguna, aunque sí va a nutrirse de los principios más avanzados del constitucionalismo mundial».
La hoja de ruta del postcastrismo está marcada en los documentos «Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista», así como en los «Lineamientos de la Política del Partido y la Revolución para el periodo 2016-2021″, que son para el Gobierno los que marcan el futuro social, económico y político del país.
Por Guillermo Nova (dpa)
Con información de dpa
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