El Sumario – El maestro Carlos Cruz-Diez, es icono del arte plástico para Venezuela y uno de los máximos exponentes del op-art del mundo.

A pesar de que sus obras están expuestas en museos de gran renombre a nivel mundial, el artista confesó que “vivo con el corazón en la mano. Los que estamos lejos de nuestro país vivimos con el corazón apretado, de ver lo que está sucediendo, la gravedad de la situación, las muertes en Venezuela”.

Cruz-Diez cuenta que el panorama del país, lo llevó a incursionar en el mundo de las letras y escribir una carta «a los jóvenes que arriesgan sus vidas diariamente en las calles» del país.

El icono de 93 años, cuenta que sus palabras fueron para invitar a los venezolanos a reconciliarse y a ver el arte como un espacio de concordia donde su realización se haga en «un contexto de plena libertad, y la libertad solo se logra en democracia. Una libertad sin prejuicios ni dogmas”.

Las memorias del pasado

Son muchas las memorias que el maestro Carlos Cruz-Diez ha acumulado a lo largo de sus 93 años y ello le ha servido para ver la vida con optimismo.

El artista plástico rememora los comienzos de su vida laboral como diseñador y posteriormente hace una reflexión sobre las diversas personalidades venezolanas con la que se ha topado y le han dejado una importante huella en su vida; muestra de ello es su colega Lía Bermúdez, la agrupación Guaco (para quienes ilustró su álbum Bidimensional), y el cantautor Armandito Molero.

Uno de los encuentros que marcó su vida, fue con Armando Reverón, durante su época como estudiante de arte en la Escuela Cristóbal Rojas. El maestro rememora que el pintor iba un día al mes a la escuela y se sentaba a hablar con los estudiantes sobre el arte y hasta los aconsejaba.

Cruz-Diez dice que lo que más recuerda de Reverón es una singular pregunta, con respuesta incluida, que los invitaba a plasmar el mundo con una mirada clara y precisa: «muchachos, ¿ustedes quieren pintar? cierren los ojos, pero no del todo,  miren a través de las pestañas y la claridad que ven a través de ellas la pintan. Lo demás sale solo… Hablaba de la luz».

Un mensaje de esperanza

Para Cruz-Diez, será la luz y un claro proyecto de vida, lo que ayude a los inmigrantes venezolanos a soportar la distancia con su tierra natal. 

El artista plástico escribe, en su libro autobiográfico Vivir en Arte, que «es el precisamente ante las vicisitudes cuando hay que ser optimista, porque si te dejas llevar, entonces ya estás derrotado. La vida es un continuo ciclo de enfrentar problemas y solucionarlos”.

Finalmente el maestro del op-art agregó que a Venezuela «no la pintaría caótica. Porque los problemas políticos son circunstanciales, el arte en cambio es independiente. Y es para siempre”.

Bárbara Méndez / @barbie_zml

Con información de Panorama