El Sumario – La sra. Eneida, ciudadana cubana es dueña de una impresionante fruta de mamey que comenzó a cultivar hace 16 años, como parte de un regalo que le hicieron a su esposo.
El cónyuge de la dama recibió dos semillas del árbol que fue creciendo a niveles insospechados duranet más de una década, sin tratamientos extras ni químicos, y es que la señora asegura que sólo se valió de agua para fertilizar a la planta.
“Esta planta no fue injertada y yo le echo simplemente agua. La mata siempre se ha caracterizado por frutos grandes, imagínate que los más pequeños eran de dos libras y media”, dice.
Según cuenta, el mamey “gigante” fue la sensación del barrio: “Me decían que era más grande que una losa, incluso lo metimos en una cubeta de pintura. Todo el mundo estaba asombrado, ¡qué clase de mamey!”, afirma.
Carlos E. Escalona
Con información de Cibercuba
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