El Sumario — Si vas a la universidad y no tienes trabajo, es probable que te cueste mucho lidiar con tus gastos del día a día, sin contar con lo que cuesta una matrícula. La situación empeora si no cuentas con el apoyo de tus padres, tutores o de alguna beca que financie tus estudios.
Como comprendemos la situación, hemos preparado una lista de consejos que pueden ser de utilidad si quieres aprender a administrar mejor los gastos durante tu etapa universitaria. ¡Toma nota!
- Ayuda económica. Si no cuentas con una, deberías empezar a buscarla. Muchas universidades ofrecen becas o préstamos estudiantiles. La mayoría de los becados se ven beneficiados por tener buenas calificaciones o por pertenecer a algún club (deportivo, cultural, etc.) que haga vida dentro del campus. ¿No tienes algún talento? Solicita una beca trabajo.
- Libros y guías. Comprar libros nuevos puede llegar a ser mucho más costoso que conseguirlos de segunda mano. Acércate a tu centro de estudiantes o revisa las carteleras de tu escuela para ponerte en contacto con alumnos de cursos más avanzados que estén vendiendo sus textos viejos.
- Alimentación. Comer en la feria de comida de la universidad puede ser todo un lujo hoy en día. Es mejor que prepares tus comidas en casa y que las planifiques semana a semana. De este modo no solo ahorrarás dinero, sino tiempo.
- Transporte. Si utilizas transporte público, puedes tramitar tíquets de metro estudiantiles (los azules), así como talonarios para el autobús. En algunas rutas puedes incluso pagar el pasaje estudiantil (30% del vigente) con solo presentar tu carnet de estudiante.
- Indumentaria. En la universidad la figura del uniforme quedó atrás y por eso puede ser una odisea conseguir buenos y variados atuendos para asistir a clases cada día. Para que no sea un problema, te aconsejamos invertir en piezas claves, atemporales y de buena calidad. Así será mucho más fácil combinarlas y garantizar su buen estado por más tiempo.
- Dinero extra. Puedes ganarlo sin necesidad de interrumpir tus horas de estudio. Si tu horario no te permite tener un trabajo paralelo, evalúa en qué eres bueno y cobra por ello. Podrías dar clases de una materia que se te facilite a estudiantes de cursos más bajos o vender bisutería hecha por ti. ¡Las posibilidades son muchas!
A pesar de que hoy sientes que el dinero no te alcanza para nada, estudiar una carrera es una de las mejores inversiones que haces por tu futuro. Así que no te desanimes pensando en tus carencias actuales, en cambio, motívate a seguir adelante y graduarte, para que más adelante puedas conseguir un trabajo que te retribuya por tus conocimientos.
Andreina Gutiérrez Romero / @ninakolster
