El conejo enano es un animal muy tierno, que puede adquirirse en granjas, tiendas de mascotas y otros sitios especializados. Pero quienes los compran deben saber cómo cuidarlos.

Los conejos enanos son muy apacibles y necesitan mimos y pocas brusquedades. Un hogar ideal es el de una familia responsable que atienda a sus necesidades más básicas. Estos animales necesitan un mínimo de cuatro metros cuadrados en sus jaulas, ya que en contra de lo que la gente cree los conejos enanos suelen ser mucho más activos que los de razas más grandes.

La jaula debe de ser lo más sencilla posible sin muchos recovecos y lisa en el fondo, pues estos animales tienen las patas muy delicadas y si tiene barrotes pueden dañarse. Se recomienda poner en el fondo paja seca o aserrín, y nunca usar arena de la que se emplea para hurones o gatos.

Otros elementos que no le deben faltar son: un pequeño cajón en el que el inquilino aprenda a hacer sus necesidades, un bebedero, un comedero y un recipiente para poner heno.

Los conejos enanos tienen un sistema digestivo delicado por lo que hay que tener mucho cuidado con el tipo de alimentación. La obesidad es uno de los males que afectan a estos animales y hay que vigilar lo que se les da de comer. Una dieta equilibrada que tenga como base el pienso para conejos que se encuentra en las tiendas de mascotas y heno, combinado con un poco de fruta o verdura, es lo más indicado.

En el caso de las verduras y las frutas deben estar bien lavadas y secas, además no puede dejarse muchas horas en la jaula porque fermenta y sería fatal para el delicado estómago de estos animales.

Por último los conejos son muy sensibles al calor y al frío, por lo tanto no hay que dejar nunca la jaula bajo el sol, ni en aquellos lugares con corrientes de aire fuerte.

LS

Con información de Abc

Fotografía Gettyimages