Nuevos aportes podrían completar la hipótesis sobre la evolución de las especies y abrir paso a diversos debates

Estudiar el origen de la vida lleva a la teoría de Charles Darwin que propone un proceso que a supuso una selección natural  donde los seres más fuertes y preparados para enfrentar diversas situaciones fueron quienes lograron evolucionar.

Darwin revolucionó el espectro de la ciencia durante el siglo XIX y durante años negó que una explosión en el periodo cámbrico estuviese sujeta al proceso evolutivo.

Posteriormente se pudo demostrar que tal explosión si pudo degenerar en lo que había sido explicado por el inglés como el proceso de selección natural. De esta manera hemos concebido una teoría más completa que ahora en pleno siglo XXI podría recibir nuevos aportes.

La revista científica ‘Science’ publica un estudio del geólogo, Joseph Meert, de la Universidad de Florida, EE.UU., en el que desarrolla su hipótesis sobra la evolución de la vida en nuestro planeta más allá de lo propuesto por Darwin.

Meert asegura que el cambio frecuente de los polos terrestres influyó radicalmente el desarrollo de los organismos en la Tierra.

El estadounidense precisó que la “explosión cámbrica” que motivo la repentina aparición de organismos macroscópicos multicelulares hace 550 millones de años, fue consecuencia de un cambio brusco del campo magnético.

Aquello habría ocasionado la destrucción de la capa de ozono y la desaparición masiva de varias especies marinos que fueron  remplazados por animales que evolucionaron en medio de altos niveles de radiación.

Durante años la comunidad científica no ha sido capaz de alcanzar un consenso acerca de los factores que promovieron la explosión cámbrica, por ello el aporte de Joseph Meert significa una revolución que sugiere nuevos debates científicos.

Yelimar Requena

Con información de Sepa Más.