El Sumario – Un número creciente de especies de plantas y animales más o menos separadas genéticamente ahora se reproducen gracias a la hibridación provocada por los humanos, cuyos resultados son aún inciertos. En el caso de esta pareja de anfibios, los renacuajos nacieron con malformaciones y ninguno llegó a completar la metamorfosis.

Los científicos que presenciaron la hecho recogieron varias muestras de huevos después de que el macho los fecundara. Luego los especialista vieron que la mayoría de ellos presentaban un desarrollo y morfología anormales. Posteriormente, un análisis genético confirmó que eran hijos del sapo europeo y el balear.

En virtud de esto, el profesor de Ecología de la Universidad de la Tuscia, en  Italia, afirma que éstas dos especies de sapos están separadas por 30 millones de evolución. «Es casi la divergencia temporal que hay entre nuestra propia especie y los mandriles en número de años, o con los lémures en cuanto a generaciones.

Lo que constituye, un ejemplo de «hibridación entre especies separadas desde hace mucho tiempo son extremadamente raros en la naturaleza y nunca han sido explicados o fueron achacados al azar. Lo que apunta a que el cambio climático impacta en el ciclo vital de las especies hibridantes», añade el catedrático.

Asimismo, pese a que el sapo balear y el europeo pueden compartir espacio y tiempo, los primeros prefieren territorios más bajos que los segundos. adicionalmente, sus ciclos vitales, hábitats y periodos de apareamiento no coincidían hasta ahora. Pero el calentamiento ha retrasado el periodo reproductivo del sapo europeo hasta coincidir con el del sapo balear. Y este ha ascendido desde hace una década cada vez más arriba, hasta llegar a las zonas del sapo europeo.

YP

Con información de El País.