El Sumario – Las bibliotecas son templos creados especialmente para albergar libros por eso, una de las más pintorescas y popular, la Biblioteca Beinecke de Libros Raros y Manuscritos, de la Universidad de Yale, posee además de un singular diseño, un extraño, pero efectivo método de conservación para sus huéspedes.

Construida en 1960 por Gordon Bunshaft, el edificio fue erigido sin ventanas en su fachada, granito y mármol traslúcido. El objetivo de este diseño es permitir el paso de la luz solar de forma tenue y de esa forma mejorar las condiciones de conservación de los libros.

Sin embargo, más allá de ser el hogar del Manuscrito Voynich, este biblioteca ha resaltado por ser la primera en emplear el método de congelamiento de libros. La idea fue dada al lugar por el entomólogo Charles Remington y según sus indicaciones, los ejemplares deben ser congelados a -36°C durante tres días y posteriormente estarán listos para ser llevados a los espacios de almacenamiento hermético del espacio.

Bárbara Méndez / @barbie-zml

Con información de La Brújula Verde