Acaba de deshacerse de esos molestos kilos de más y se atiene a rajatabla a su nueva dieta saludable. Y justo entonces lo invitan a una fiesta y siente que en una noche echará todo a perder.

Calma, no hace falta rechazar la invitación. Las fiestas mejoran el humor y quien tiene una actitud positiva pierde peso más rápido. Una forma de compensar lo que se comerá en la fiesta es hacer comidas ligeras antes y después de esta.

Durante el festejo también hay algunos consejos que le ayudarán; por ejemplo, tomar el plato más paqueño en el bufet, de modo de no atracarse, comer despacio, concentrarse en las comidas que más le gustan y no picar innecesariamente y, en la medida de lo posible, no tomar mucho alcohol.

Entre otras cosas, ayuda no terminarse muy rápido la copa, como para que no se la estén llenando todo el tiempo. Y por último, pero no menos importante: baile al ritmo de la música y, de paso, queme unas calorías de más.

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.