Leer a un niño para que se duerma es una de las mejores terapias e implica grandes beneficios para ellos. Según Francesco Tonucci, pedagogo italiano, algo tan sencillo como apagar la televisión y leer un libro es crear grandes lectores el día de mañana. Supone además, acercarlos a un valor que los hará libres y más curiosos.
Uno de los problemas que solemos tener con los niños en lo que se refiere a la lectura, es que muchos se acercan a los libros por obligación escolar y no por placer. Esto no debería ser así. Darles libertad a la hora de escoger sus lecturas es algo que siempre trae buenos resultados, pero aún lo es más el que nosotros mismos actuemos como modelo. De hecho, para Tonucci, no hay mejor juguete que un libro y no existe mayor acierto que favorecer la capacidad de escucha de los niños oyéndonos a nosotros leer.
Sin importar que los niños no sepan leer o escribir del todo, sentarse con ellos en la cama y empezar a leerles va a suponer un enorme beneficio para su desarrollo neuronal y emocional. Leerles algún cuento o libro con un mensaje ejemplar o un buen razonamiento moral, puede potenciar su empatía y el respeto hacia sus semejantes. Los libros son un legado que se comparten entre padres e hijos, y nada debería sustituirlos, aún menos la televisión o las nuevas tecnologías.
Alejandra Watts
Con información de La mente es maravillosa.
Fotografía Gettyimages
