El Mariscal de Ayacucho fue asesinado un 4 de junio

El Sumario – A pesar de su infame asesinato un 4 de junio de 1830, el prócer de la independencia sudamericana y político venezolano Antonio José de Sucre dejó un legado marcado como un gran estratega militar, pero también como un hombre justo, preocupado por las personas devastadas por la guerra y por los indígenas del continente.

Nacido en el año 1795 en Cumaná. Hijo de una familia acomodada y de gran tradición militar, su destino parecía haber estar escrito en el ejército. Perdió a su madre a la edad de siete años de edad y se inscribió en una academia militar. En aquel lugar aprendería de matemáticas y artillería, además de valores como la lealtad y la disciplina, características que siempre lo acompañarían durante toda su vida.

Sus primeras campañas militares acabaron en derrotas, pero eso no dejó que su sentimiento de Libertador se apagara. Para el año 1817 fue nombrado coronel por Simón Bolívar y es aquí cuando comienza cambiar el signo de guerra. Bolívar, siguiendo su sueño de fundar una gran confederación, necesitaba una cúpula militar leal y apasionada con su idea. El respeto entre ambos militares hizo que naciera una gran amistad entre ellos.

La primera actuación diplomática de Sucre fue la redacción del Armisticio de San Ana, documento por el cual pudieron ganar el tiempo necesario para la gran batalla final que consolidaría la creación de La Gran Colombia. También el gran “Mariscal de Ayacucho” lideró la campaña por la Independencia de Ecuador 1821, en donde destaca la Batalla de Pichincha, además participó en la Batalla de Junín cuyo objetivo era la liberación del Perú

El último gran enfrentamiento dentro de las campañas de emancipación de Iberoamérica fue la Batalla de Ayacucho. Esta pelea significó la desaparición del último virreinato y el fin del dominio colonial español. Luego de esta batalla Sucre se ganaría su tan famoso apodo “El Gran Mariscal de Ayacucho”.

Su lucha por los derechos de los esclavos

Sucre fue reconocido en la historia por ser el primer latino en redactar una primera constitución de un Estado (Bolivia), en donde abogada por los derechos de los indígenas y la libertad de los esclavos. A pesar de este hecho no fue visto con bueno ojos por las élites sociales bolivianas, por lo que pronto se revelaron contra él.

A principios de 1830, con una Gran Colombia ya casi desintegrada, el Mariscal salió de Bogotá camino de Quito. En una emboscada en la montaña de Berruecos, Sucre fue asesinado el 4 de junio de 1830.

“Respetado por los argentinos, los chilenos y los peruanos, admirado por los bolivianos y quiteños, sin enemigos en Venezuela y en la Nueva Granda y con todos sus antecedentes, Sucre se encontraba a ser el sucesor de Simón Bolívar”, así lo aseguró en una entrevista el historiador Tomás Polanco.

Alejandro Durán Bracamonte

Con información de Notimerica y RPP Noticias.