En la céntrica plaza de Stuttgart, al sur de Alemania, aproximadamente siete mil personas se reunieron este sábado para rechazar el racismo y la violencia contra los refugiados que ha alimentado la actual tensión respecto a la crisis migratoria.
Frank Otfried July, obispo evangélico de Württemberg, declaró que repudian por completo los ataques contra los hogares de acogida, la caza de extranjeros y la violencia sexista que persigue a quienes únicamente buscan una mejor calidad de vida.
Otfried July calificó los actos discriminatorios como “comportamientos cobardes” y aseguró, ante una multitud que agitaba banderas de paz, que a estas acciones siempre les sacaran “tarjeta roja”.
El acto fue convocado por la Unión de Sindicatos Alemanes (DGB) en Baden-Württemberg y unas 80 organizaciones apoyaron la manifestación para rechazar los cientos de ataques a centros de acogida de refugiados y la ola de agresiones sexuales registrados la noche de Año Nuevo en Colonia.
YR
Con información de dpa.
Fotografías REUTERS/Wolfgang Rattay.