Estar entre un montón de pasillos interminables llenos de cosas que no siempre necesitas, música hipnotizante, y letreros con ofertas es como se resume la experiencia de ir al supermercado. Si no se planifica, estas compras pueden acabar con tu bolsillo. Por eso, aquí presentamos varias estrategias para hacer una compra eficiente que te permita ahorrar:
- Haz una lista: revisa tu refrigerador, tu alacena y tu casa en general para identificar los productos que te hacen falta. También se debe anotar aquello que esté a punto de acabarse. Es importante que te apegues a lo que anotaste una vez que llegues al súper.
- Come: cuando vamos al supermercado con hambre, gastamos más, pues estamos siguiendo el dictado de los antojos. En cambio, si vas con el estómago lleno será más fácil ignorar lo que no es indispensable.
- Compara precios y marcas: cotejar distintas presentaciones y marcas de un producto puede significar una gran diferencia en la suma final de tu compra.
- Ten una cifra en mente: una de las ventajas de llevar una lista es que puedes realizar un estimado de lo que vas a gastar. Presupuesta una cantidad y trata de apegarte a ella lo más que puedas. Conforme vayas metiendo cosas al carrito o cesta, anota y suma su precio para que no te lleves sorpresas en la caja registradora.
- Pon atención: es muy importante que estés atento mientras la persona que te cobra está pasando cada uno de los artículos que compraste. Revisa que se esté registrando todo adecuadamente y que no haya errores en cantidades o precios. No dudes en preguntar si algo te parece raro.
- Conserva el ticket de compra: guarda tu factura y compáralo con tu lista. Así podrás identificar qué te faltó y qué decisiones de compra hiciste mientras hacías tu recorrido. Si en el futuro visitas un supermercado distinto, podrás comparar los precios y saber qué establecimiento te conviene más.
AW
Con información de Merca2.0
Fotografía Gettyimages.
