Entre conocidos y personalidades, todos reconocemos por lo menos a la mitad de estos ejemplos dentro de nuestro grupo de amistades

El Sumario – Las redes sociales nos han dado el beneficio de «conocer» a más personas, ya que solo necesitas enviar una solicitud, seguir o simplemente agregar su número para indagar un poco en su vida. Diferenciar perfiles puede ser una tarea complicada, sin embargo, hay rasgos en concreto que se repiten en cada persona, que seguramente conoces por lo menos a 6 de los tipos de comportamiento mencionados aquí.

  • El que contesta absolutamente a todo: Sí, ese que vive enganchado al móvil. Quizás no tiene mucho que hacer, o es una de esas personas que ves hablando a toda hora y que nunca despega la vista del teléfono. Traducción: Ese que solo tiene vida por las redes sociales.
  • El que contesta siempre con emoticones: Puede que simplemente responda por fastidio, o si es el artista del grupo, a través de las «caritas» puede llegar a transmitir más que en un largo párrafo. La mayoría tienen sus emoticones favoritos, donde abundan las caritas «provocativas» y «muerto de la risa».
  • El que manda todo el rato fotos y vídeos de chistes: Sí, los grupos familiares casi siempre. Las tías que quieren gastar nuestros megas con videos de cuatro minutos acerca de la amistad, o el tío gracioso haciendo chistes en cada día festivo (literalmente).
  • El que siempre manda audios: Personas que “se gustan cuando hablan y se gustan cuando se escuchan” listo.
  • El que propone planes: Siempre organiza todo, pero cancela una hora antes. También puede ser el «líder» que propone horario y sitio de encuentro ya que más nadie parece dispuesto a hacerlo.
  • El que pone peros a todos: El antagonista del anterior. Nunca le parecerán bien los sitios o las horas, pero seguramente no tiene alguna mejor idea por lo que al final acepta. Casi siempre después es el que reprocha si algo no se da bien.
  • El que sale y entra del grupo: El impulsivo que se molesta y sale pero luego escribe de nuevo para ser «reenganchado». También está el que viaja y cambia de número de forma constante o el que tendrá vacaciones y «no quiere ser molestado».
  • El que nos mete en varios grupos diferentes con casi las mismas personas: Uno para el cumpleaños, otro para la escapada del puente y otro para la cena del sábado, sin el que me cae mal, si hace falta… Podríamos seguir con los ejemplos.
  • El que tarda mucho en contestar: Tarda mil siglos en responder incluso un «SÍ», pero cuando finalmente coincides con el, está pegado al teléfono. Se le traduce como el «ignorador».
  • El que usa el grupo para tener conversaciones solo con una persona concreta: Mil mensajes en el grupo forman parte de una conversación privada en la que solo puedes decir «ajá». Peor es cuando la conversación es entre parejas.
  • El único que escribe cuando parece que el grupo lleva mucho tiempo inactivo: Porque antes de salirse del grupo, siempre hay una última oportunidad de reanimación, incluso aunque sea con memes.

Ninoska Moncada